Hace unas semanas leía uno de los tantos informes que sobre el tema de la discriminación en México se realizan para denunciar tal hecho que nos deja ver, tristemente, y de nueva cuenta, y de forma por demás evidente, NUESTRA hipocresía con la que nos conducimos sobre este asunto TODOS nosotros...los mexicanos.
Los motivos para discriminar a los que más recurrimos según el estudio son, y esto, sin ningún asomo de sorpresa: color de piel, pobreza, etnia, orientación sexual, religión e incapacidad física y/o mental ....entre otras; lamentablemente.
Recuerdo que en ése estudio se daba el ejemplo de una dependiente en una tienda de vestidos para quinceañeras ubicada en el Distrito Federal (a.k.a. El Reino Del Gran Chilangopoztli), quien, al ver a las potenciales compradoras, les daba prioridad en su atención y trato a quienes fueran de piel más clara. La razón que esgrimía para tal actitud era que: “mientras que las de piel clara son, por lo regular, clientas más seguras no sólo para adquirir alguna prenda, si no que de las más caras...(ya sabemos que este tipo de empleados dependen en mucho, de sus comisiones por articulo vendido)...las de piel morena -proseguía la dependiente en su explicación- por lo general nada más vienen a ver, y cuando compran, lo hacen llevándose lo más barato”.
El ejemplo anterior pone de manifiesto y de forma por demás contundente, las dos principales causas de discriminación a las que recurrimos los mexicanos, según los resultados no solo en el estudio que leí, sino en la mayoría de estos sobre el tema: color de piel y pobreza.
De igual manera, el ejemplo pone de manifiesto nuestra hipocresía e incongruencia -algo muy difícil de medir y transcribir en números- ya que, y sin importar las razones para tal actitud cómo el mostrado por la entrevistada, esta, la dependiente, era (y sigue siendo por supuesto) una muchacha de piel morena de rasgos netamente indígenas, y si mal no recuerdo, oriunda del estado de Veracruz.
Bendita hipocresía la nuestra. La neta del pinchi planeta.
Así, pues, cuando vienen esos pobres mugrosos e imbéciles con su chunga de quererse ver bien cabrones y “chingativos” contra el cabrón que administra éste blog, con sus frasecitas nada novedosas: morenos, prietos y semi-prietos y demás humor mongolo, para nada creativas o novedosas, cómo lo demuestran los estudios en la materria, son de dar verdadera pena y vergüenza ajena; y eso por usar un cliché o un eufemismo con ellos...o sea, para verse uno rebuena gente con esta turba de fraulines mongolos de cagada de ballena y su infantil humor mongolo.
Así, pues, mis estimados amiguitos del blog Chingativo, cuando quieran ofenderme hagan un mejor intento con otras formas e ideas para conseguirlo, porque a estas alturas de la vida virtual, ya ni siquiera un pinchi esbozo de sonrisa pueden lograr en mí cómo lo hacían antes. Me aburren ya.
¿Tanto trabajo le cuesta tener un puta idea y llevarla a cabo de una forma por demás fácil y de a deveras chingativa cómo lo es ESTA IMAGEN?
No mamar punta de cabrones mongolos.
***************************************
**********************************
**********************************
Ya me voy, pero no sin antes dejarles este video en HD de la siempre espectacular versión en vivo de In the Cage/ The cinema Show del una vez chingón Genesis con todo y el pinchi Phil Collins en las batacas; lugar de donde nunca debió de haberse quitado el wey.
Nada más para quitarnos el mal sabor que nos deja el nefasto humor mongolo:
Es cuanto.
Shalom.
