3 Cajas De Huevos...Y Abel.


Cómo si fuese un pinchi vaticinio fatídico hecho por las fuerzas oscuras del mal residentes en el tenebroso Reino Del Gran Chilangopoztli -MUERTE AL PUERCO JOTO LATINO!-, hace apenas unos pocos días que recibí una llamada de mi madre con carácter de urgente:

-Hijo, quiero que vengas hoy en la noche, sin falta... ¿oíste?

-sí, ya oí; en la noche voy, le contesté.

Platicamos brevemente de otras cosas y nos despedimos no sin que antes ella me reiterara la orden de ir a la casa esa misma noche.

Era a la de a webo que tenía que ir, porque cuando mi madre...y mi padre también...ordena(n) algo, hay que atender a tal con la mayor rapidez posible; incluso con mayor prontitud con la que cualquier enmascarado imbécil podría llegar a borrar cualquier comentario en contra de su amadísimo Cuasimodo pelón antropomorfo.

Ésa noche, apenas llegué a la casa de mis padres, mi madre me salió al encuentro en el patio delantero de la casa que sirve de garaje; y, parándose frente a mí, me señaló con el dedo índice hacía su izquierda en donde estaban apiladas 3 cajas de huevos; de esas cajas grandes que sirven para guardar hasta 360 huevos; cajas de las que, ni por asomo, recordaba que eran mías y que las había dejado en la casa de mis padres y que supuestamente me llevaría para cuando ya estuviera bien instalado cuando, por fin, y para alegría mayormente mía, me fui a vivir sólo...yeah qué sí!...


...y siguiendo con el relato: mi madre me dijo en tono severo:

-Mira hijo, no sé qué vas a hacer con ésas cajas, si te las vas a llevar o nada más vas a escoger lo que de ahí te sirva o qué, pero quiero que lo hagas lo más rápido posible o sino te las voy a echar al camión de la basura...¿te quedó claro o no?

-Sí, ya oí...pero bueno, y qué hay en las cajas, le preguntaba con autentica curiosidad dado mi olvido por ellas.

-Pues todos esos chingados casetes y aparte todos esos discos que no sé para qué los quieres si ya no los escuchas ni nada; ahí nada más los tienes y ya estoy harta de ése estorbo; o te los llevas, o echo todo a la basura...¿me oíste mi´jito chulo?

-Sí, ya te oí....le dije casi murmurando; me daba cuenta de que mi madre sí qué estaba enojada, porque cuando dice alguna leperada (“...chingados casetes...”) es porque de a de veras está harto encabronada.



Me acerqué a las cajas para ver, y en efecto, las cajas estaban repletas de aquellos pinchis y ahora vetustos audio-casetes y al lado de las cajas estaba una pila de LP´s con una altura mayor al metro.

Cuántos pinchis recuerdos me llegaron viendo todos aquellos casetes y LP¨s que la última vez que conté las cintas, eran ya más de 1500...Lo peor para mí es que no tengo ningún pinchi reproductor ni para los casetes ni para los LP´s; y ni siquiera tenía en ese momento, ni los tengo hoy, deseos de buscar y comprar algún reproductor para tal fin...


Me quedé sentado un rato junto a las cajas hurgando un poco dentro e ellas por si se daba el triste, y muy probable, caso de hallar algo realmente irremplazable...y sí, sí lo había; y vaya que lo había, con un carajo:

Una versión en radionovela de Star Wars en inglés con la voz de una chava que hacía las veces de La Princesa Leia y su muy atinada interpretación vocal, sobretodo, cuando imploraba: “..In the name of the mercy...” para que su planeta nativo no fuese destruido por los malos muy malos -MUERTE AL PUERCO JOTO LATINO!- y que al cabo de tal, y vana suplica, te la podías imaginar con su traje de esclava bien empinada ante ti suplicándote que la hicieras tuya. Un increíble maratón dedicado a Eric Clapton de 8 horas; las cuales, en su mayoría, eran de material inédito de su mejor etapa blusera. Una espeluznante colección de cuentos narrados por el chingonsísimo Guillermo Henry grabados del programa llamado “En la noche de los tiempos” y transmitida por Radiounam.

Otros, con la espectacular “Música perdida” igualmente de Radiounam...RadioEtiopía...Los audio-casetes de Salsabadeando con la locución de Lynn Fainchtein...Los promos de los Juguetes radioactivos. Otros más, que fueron de los mejores regalos que en materia musical haya recibido; y esto fue gracias al hermano mayor de un amigo quien, en un gesto por demás generoso, casi filantrópico, me los regaló diciéndome “para que te eduques cabrón y sepas lo que es bueno”: Los casetes de Rock 101.


Idea musical.

Y dentro de estos, y entre tantos tesoros musicales que sí me sirvieron bastante en mi “educación musical“ a un punto tal, que hoy mis familiares, mis dizque amigos y demás chusma que me llega a conocer, me preguntan ante cualquier duda que tal o cual canción o interprete tienen, a sabiendas de que en mí hallarán una respuesta cierta a sus dudas musicales.

Cómo les decía, dentro de los casetes de Rock 101 había unos 4 o 5 programas de una serie llamada “La Puertita, Antiradio” que fue, en su momento, la serie que más me hizo reír por el pinchi humor aparentemente simplón y/o inocente que contenía dicho programa.

Desde que oí ese programa grabado en un par de esos hoy jurasicos casetes de 90 minutos, no me la había pasado tan divertido hasta que supe de la existencia del pinchi Smooth; aquel buen Smooth de quien ni idea tenía de que se llamara así porque, cuando lo empecé a leer, lo hice en otro sitio de cuyo nombre y ubicación me los reservo por lo vergonzoso de tal dato y del que ni siquiera con las más horripilantes torturas chinas me podrían hace confesar tal información...

MUERTE AL PUERCO JOTO LATINO!

Sí, a webo, qué contraste entre La Puertita y Smooth...aquella limitada no por incapacidad creativa de la cual tenían a raudales sus creadores, sino por la censura no sólo de aquellos días, sino de hoy mismo; mientras que el otro, Smooth, dándose vuelo con su ya conocido machismo alfa.

Recuerdo que en ése programa radiofónico narraban algo así cómo las aventuras del Llanero Solitario y su inseparable amigo Toro; personajes que casi siempre eran perseguidos por una implacable turba de Indios Apaches desempleados con el mismo final ridículo de siempre...y qué decir del poema favorito del programa recitado con toda la propiedad y pulcritud acompañado de un fondo musical que todo buen poema requiere:

“El mar, el mar, es donde vide el Calamar...”

Sí , leído suena a bobada, pero el acierto del programa eran en si, el par de conductores del mismo con sus versátiles actuaciones vocales y los efectos sonoros hechos a viva voz...ése era el chiste de La Puertita, Antiradio.

Ése sí qué era un humor simple y sano pero muy divertido...en cambio, el humor mongolo de hoy día cuya insignia recae en los videos más imbéciles del Youtube a cargo del más idiota de los idiotas, es de pena ajena.

MUERTE AL PUERCO JOTO LATINO!

Hoy, unos días después de aquella sentencia fatídica por parte de mi madre, todos esos casetes se fueron a volar ya. ..o sea: a chingar a su madre.

Ésa noche, cuando todavía tuve la última oportunidad de recuperar algunos de ellos, los deje ahí con la idea de pasar por ellos “mañana”...siempre mañana....el mañana que nuevamente nunca llegó...me olvidé de ellos. No cabe duda: somos el país del mañana. Todo para mañana. Con un carajo.

Cuando supe de ellos nuevamente, fue cuando mi madre me dijo que, en complicidad con mi hermano, ya los había echado todos al camión de la basura; Casetes y LP¨s.

No hay vuelta de hoja, se fueron ya; y sé que ya nunca más volveré a verlos y/o escucharlos. No hay forma de recuperarlos; y lo más seguro es que nunca nadie más volverá a escuchar esos viejos casetes y LP¨s porque, a qué señor, señora, pepenador o pepenadora, le van a interesar unos putos casetes con esa música para marihuanos y weyes gritando guitarra en mano; a quién chingados le va a gustar oír una pinchi radionovela en inglés con muchos ruidos extraños cómo de naves volando y disparando rayos chingones y robots maricas cómo para preservar tal tesoro auditivo...a qué pinchi pepenador, pepenadora, le van a interesar escuchar unos LP´s con música de Stravinsky, nombre impronunciable para ellos; no mamen; quizás, y a lo mucho, le sirvan a sus mugrosos hijos cómo frisbees....qué no mamen, más respeto con Stravinsky, por favor; cabrones.

Además, y para acabarla de chingar, hoy ya cualquier pinchi mugroso pepenador apestoso traerá seguramente consigo de menos un pinchi I-pod mini todo pedorro, o ya de jodido, pero bien bien jodido, han de traer un pinchi celular no de la marca ACME de origen chino, sino algo todavía más chafa: de la marca LG, modelo nomeacuerdo; dato que en si mismo, no importa mucho, porque es un hecho cierto que cualquier aparato construido por LG es chafa por antonomasia...pero especialmente lo son los celulares para la jodida región 7 con un precio de 2699 pesototes...A mí me daría un chingo de pena decir que tengo un celular marca LG...a webo...

...a quién madres le va a interesar guardar esos viejos casetes con los 4 o 5 programas grabados en ellos de La Puertita con la co-conducción de William Yarmes y el hoy fallecido y chingón de siempre ABEL MEMBRILLO, locutor de voz singular y genialidad comprobada a quien todo se le podía perdonar, empezando por haber trabajado con Adal Ramones...¡pffff!

A mis jurasicos casetes y LP´s y al buen Abel...se les va a extrañar.

No cabe duda que mi madre tiene la culpa de tal perdida de lo que bien se le podría considerar cómo “Patrimonio de la humanidad“; nada le costaba esperarme a que pasará por ellos... mañana...o pasado mañana...


¡Snif!

Es cuanto.

Shalom.