
Un par de mis contactos a través del mail me han preguntado sobre el debate que en la Suprema Corte de
ME DA IGUAL.
Bueno, no es cierto.
A decir verdad, desde que empezó este debate, que en primera instancia es sobre los matrimonios entre homosexuales, no he leído o escuchado un solo argumento por parte de quienes se oponen a que tal cosa suceda que me haga reconsiderar mi apoyo a quienes buscan los beneficios no sólo morales, sino legales –principalmente-, que el matrimonio le da a las parejas que lo contraen, todo lo contrario, penosamente he visto y escuchado cómo los homofóbicos una vez más se han desatado violentamente contra los homosexuales arengados por una ignorancia suya tal, que raya en lo absurdo, en lo grotesco, cómo lo fueron en su momento los megaestúpidos comentarios del Esteban
Pendejo.
Ahora bien, ¿por qué carajos no se pueden casar?

¿Por qué negarles ese “derecho” si por el simple hecho de ser ciudadanos (poca cosa eh) de este país deberían tener aparte de sus obligaciones cómo tales que son, el acceso a todas las protecciones que la constitución marca y que entre ellos están los derechos y/o beneficios –o cómo legalmente se le tenga que llamar- que el estado cómo tal, le otorga a quienes contraen matrimonio?
¿Hay alguna parte en nuestra carta magna que le prohíba expresamente y/o textualmente a los putos, jotos, estebanalbertos, maricas u homosexuales -o cómo les quieran llamar- uno u otro derecho y/o obligación escrito en ella por el hecho de serlo? No, no la hay; luego entonces no la hagan tanto de pedo por los matrimonios gay.
El matrimonio es en si, sólo una opción, la cual los homosexuales la pueden tomar o no, nada más; si tan preocupados están por la institución del matrimonio entonces preocúpense por los heterosexuales que cada vez lo hacemos menos.

Asi pues, no me opongo en absoluto al matrimonio entre homosexuales.
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Ahora bien, el punto medular de este debate:
La adopción de niños.
Sin duda que esta es la parte más controversial del debate, y en mi opinión, y nada más la mía, creo que en este punto, el debate está más lleno de hipocresía que el tema del matrimonio mismo.

Los alegatos de quienes se oponen tajantemente a que esto suceda son en su mayoría ridículos... ridículos... ridículos…por decir lo menos.
Que si los problemas psicológicos que este tipo de hijos puedan acarrear al tener dos papá´s o dos mamá´s…que si la burlas de sus compañeros en las escuelas o las de sus amigos…que si pueden caer en manos equivocadas (entiéndase pederastas)…etc etc etc…
¿En qué mundo de ficción o de fantasía viven quienes con estos argumentos se oponen a que esto suceda?
¿Tanto anhelan vivir en un mundo ideal que no caen en cuenta del mundo real en el que estamos inmersos en cual muchas de las veces –para no decir que la inmensa mayoría- los heterosexuales somos lo peor de la raza humana?
¿Cuántos honorables heterosexuales no son consumados pederastas? Todos sabemos las respuestas.
¿Cuántos niños han nacido producto de una violación por parte de los honorables heterosexuales “normales”?
¿Cuántos padres aparentemente normales no son más que una absoluta mierda con el trato que les dan a sus hijos?
¿Cuántos de esos mismos padres no han violado a sus propios hijos?
¿Les preocupan tanto las burlas de los niños hacia los hijos de homosexuales?
¡Pues eduquemos a nuestros hijos para que eso no suceda! Las formas para burlarse de la demás gente generalmente las aprendemos en el seno familiar, no nos hagamos los pendejos.
No saben o no pueden o no quieren enseñarle a sus hijos a respetar a los demás pero ahí andan chingue y chingue alegando su preocupación por las burlas que podrían recibir los potenciales hijos de homosexuales. No mamen. En sus manos, en nuestras manos está parte de la solución a ese problema, no le hagan tanto a la mamada.
Mientras la gente en general conviva dentro del marco legal cómo se supone que debería ser porque para eso está ¿por qué coño están jode y jode para que TODOS vivan cómo ellos creen, o peor aún: cómo ellos dicen que se deben de vivir cuando muchas de las veces esta misma gente es de doble o hasta triple moral? Imaginense a un sacerdote hablando de moralidad para cuestionar la homosexualidad.

Ya dije parte de lo que tenía que decir y espero que la Suprema Corte de
Ojalá que en esta ocasión los ministros no nos salgan con tecnicismos para darle carpetazo al asunto. Mientras, los homosexuales ya llevan una de las dos batallas ganadas.
Ya dije, vale pues.

No sé porqué, pero presiento (y deseo) que les venga valiendo una chingada lo que escribo por culpa de las pinchis fotos. Los entiendo, a mí también me dan un buen de risa. Para eso las hice. Y que sigan chingando los pendejos ¡jum!