Por más que he tratado de convencerla no he podido lograr que me atienda con esa petición. Le he hablado al oído de la forma mas amable posible; le he suplicado de la forma más cariñosa posible y nada más no.
No afloja.
He puesto mi cara de extrapendejo lastimero y tampoco así. Le he puesto mis ojos cómo el pinchi Puss in boots y mejor le gana la pinchi risa y me besa pero no…no quiere.
A pesar de saber que es uno de mis grandes anhelos que tengo con ella nada más no quiere. Con todo y que sería a solas si ella accediera no me hace caso. Tanto se lo pedido que ya hasta se encabrona cuando apenas pronuncio la primera palabra sobre el tema; y lo malo es que cuando se encabrona me gana la pinchi risa porque hasta eso, ella es de las que cuando se enojan hasta se ven más bonitas y acaba doblegándome, cómo cuando me pone su cara de “mira cómo te chingo y me dices que sí a lo que quiero con este gesto” :

Quiero ser el primero con quien ella lo haga y no la puedo convencer.
Y no, no se trata de sexo, porque ese lo tuvimos apenas me dijo que sí a mi petición de andar juntos; de hecho, todavía no acababa de decirme sí cuando su vestido ya había caído a su pies.
Se supone que eso ya lo deberías haber deducido desde la segunda línea.
No, de lo que trata mi petición insistente es que ella me cante una canción que quiero escuchar en su voz de tonalidades suaves y cachondas. Me agrada mucho su voz. Cuando se pone de cachorra conmigo basta conque me hable al oído para que le diga que sí a todos sus caprichos.
Cuando hablo con ella a través del teléfono su voz suena tan sensual que en más de una ocasión me he quedado con las palabras en la punta de la lengua para decirle que ponga una hotline… pero no se lo comento porque sé que se va a megaencabronar conmigo y me va a mandar mucho más allá de la chingada. Ella tiene la culpa por tener su voz tan deliciosa cómo la de Dido:
-“¡Ándale flaca!, cántame una canción… ¿sí? Cántame esa canción que te digo… ¿sí?...”
-“No, ya te dije que no, y no me hagas encabronar porque ya te he dicho que no lo voy a hacer…”
El chilangótico sufre porque su novia fresa no lo complace con esa canción.
Y no, no sé a bien el porqué no accede si ella es muy complaciente conmigo. No sé si es porque le da pena o porque siente que va a hacer el ridículo si me canta la canción que quiero.
Y no lector, no creas que mi deseo musical es algo tan cabrón, de difícil interpretación por mucho que yo lo quisiera, cómo esta magnificencia musical :
O esta otra chingonería:
O esta otra todavía más cabrona:
No lector, no se trata de alguna de las chingonerías antes mencionadas, se trata sólo de esta sencilla canción:
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°°°
°°°
°°
°

°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°
°°°°
°°°
°°
°

El Chilangótico sufre porque su novia fresa no le canta la canción anterior.
…y ninguna otra.
¿Por qué será?
Sufro. Flaca, cuidadito porque yo sufro del corazón, y por esa razón ya no te rias ni te enojes por lo que te pido; cabrona.