El dinero ante todo ¿verdad Wal Mart?

...Y hablando del Wal Mart…quizás sepas lector que desde su matriz en los USA esta tienda tiene una política bien definida sobre los valores morales que según ellos deben tener tanto sus clientes como sus proveedores -principalmente estos últimos-. Así pues, para que tú, en el caso de que fueses un empresario ávido de vender tu mercancía a través del Wal Mart, debes de pasar una especie de moralimetro para que esa tienda acceda a vender tus productos. En pocas palabras, tu reputación debe ser públicamente intachable. Ahora bien, si después de pasar el moralimetro del Wal Mart y esta accede y te hace el favor de vender tu mercancía y por cosas del destino tu nombre/reputación caen en el escándalo y/o el cuestionamiento público tus productos van para fuera…no more business…


…se se se, ya lo sé, pinchis gringos mamones con su doble moral, en fin.


Pues bien, no tenía idea alguna de los alcances de esa política moral en sus tiendas en México hasta el día que fui a llevar unas fotos digitales a imprimir.

Fue una noche que ocurrió, cuando llegué al Wal Mart vi que había gente en la isla de fotografía, por lo tanto me formé y esperé mi turno, tenía tiempo para hacerlo porque siendo de noche no tenía ya ningún pendiente laboral por hacer; cuando mi turno llegó, le di la memoria a la mamona que me atendió. Esta metió la memo en su lector para poder visualizar en su monitor las fotos a imprimir. Craso error. Mientras yo le iba señalando las fotos a imprimir la mamona se detuvo cuando vio una de las fotos que yo le indiqué y a continuación me dijo:

-“…este… sabe, esta foto no la podemos imprimir”

-“¿Por qué?" Le pregunté sacado de onda.

-“Es que no imprimimos nada de material pornográfico”.

-“¿?”

Ante esta clase de negativa quienes iban detrás de mí alzaron la vista para ver cual era el material pornográfico.

-“…pero, ¿qué tiene de pornográfica esa foto?”Le preguntaba azorado a la vez que le señalaba la foto con la palma de mi mano mientras giraba con mi otra mano el monitor para que los que estaban atrás de mí pudieran ver la chingada foto en cuestión muy parecida a esta:


-“Es que son ordenes de la gerencia” Me respondió.

-“Sí pero no me has respondido qué tiene de pornográfica la foto” Le insistí.

-“Es que son ordenes…” La interrumpí.

-“Mira, dame mi memoria y esas ordenes que se las metan por donde ya sabes”

Me la dio y me fui bien pinchi encabronado:

“Pero esta mamada no se va a quedar así” –pensaba mientras salía de la tienda-…”mañana vengo temprano cuando esté otra pinchi vieja a ver si ella no la hace de pedo cómo esta…puta madre, y eso que esta pendeja persignada hipócrita no vio las otras fotos …-me refería a un par de fotos de la tremendísima Piper Fawn y otro par de la no menos sabrosona Mili Jay justo en la posición que tanto le gustan al Chilangótico cabrón: encueradas, con zapatillas y con las piernas bien abiertotas o donde están bien pinchis empinadotas ¡pfft, a webo!-“

Así pues, al día siguiente en la mañana regresé, y efectivamente, había otra vieja. Me acerqué para hacer el pedido y le hable con franqueza:

-“Mira, ayer vine a imprimir unas fotos y quien me atendió se negó a hacerlo porque según esta persona hay unas fotos que son material pornográfico”

-“Sí, es que tenemos ordenes de no imprimir nada de material obsceno” Me dijo.

-“Pero qué tiene de obsceno esta foto” Le señalaba la foto en cuestión.

-“No…pues la verdad…no… no le veo lo porno a esta foto”

-“Pues no me la quisieron imprimir ayer”.

-“Pues mire, si quiere, se las imprimo, no hay problema por mí”

-“Bueno, ¿y me puedes imprimir estas otras fotos de una vez?” Le pegunté a la vez que le señalaba las fotos de Piper Fawn y Mili Jay. Con su mano derecha se tapó la boca en un evidente gesto de sorpresa y “pena” tratando de ocultar un ya visible sonrojo cuando vio las fotos en cuestión.

-“Es que…-titubeo- mire joven, se las voy a imprimir pero las espera para que se las lleve de una vez y no vaya yo a tener problemas con la gerencia -Me propuso- nada más tenga cuidado cuando se las entregue para que no lo vaya a cachar el señor de la vigilancia”.

-“Vale pues”.

Un par de minutos después ya tenía las fotos en mis manos. Gracias le dije y me fui.

Eso ocurrió quizás hace un par de años; hoy, las cosas han cambiado un poco, ya saben, los tiempos cambian y las ideas se modernizan y Wal Mart no es la excepción, y más cuando la crisis no deja que se cumplan las metas en los plazos establecidos para que lo señores que invierten sus dineritos - en este caso en el Wal Mart- obtengan al costo que sea las ganancias prometidas.

Así pues, en días pasados me lleve la sorpresa de ver que en el Wal Mart –al menos en el que frecuento- la modernización de las ideas ya llego hasta ahí, y debido a ello ya venden revistas para caballeros -¡ja ja ja!- cómo H, Maxim y el ¡Playboy!, -¡ajá cabrones, ¿no qué no?!- Eso sí, bien envueltas en sus irrompibles bolsitas de plástico para evitar que sean objeto de miradas ajenas de aquellos que no sean caballeros-¡ja ja ja!-…cómo yo…-¡ja ja ja!-...ya saben, hay que cuidar la moral.


Sí señor, los tiempos cambian y los valores morales también. Las exigencias de las ganancias obligan a ello. Cool.

No sé, quizás mañana lleve a imprimir unas fotos de Mili Jay cogiendo bien sabroso, estoy seguro que no me la van a hacer de tos para imprimirlas porque, ya saben:

Con dinero baila el perro.