Apenas leo o escribo un par de líneas y ya las pinchis letras se empiezan a deformar en ondulaciones por demás mamonas y a amotinarse contra mis ojos cómo si estas fuesen maestros oaxaqueños que protestan muy pacíficamente a punta de pedradas...así mero.
¡Carajo!, quién coño iba a decir que éste chilangótico cabrón iba a ser doblegado por unos pinchis seres microscópicos puñeteros feos pendejos y putos que ahora andan circulando por mi torrente sanguíneo muy quitados de la pena y que Dios, en su dizque infinita sabiduría, los creó nada más por estar chingue y chingue y para que los doctores tengan de que vivir.
No mamar.
¡¡¡Microbios #$@&!!! Tan cabrón que soy y a la vez tan indefenso ante tales seres que me han obligado en estas últimas 3 semanas a tomar más medicamentos que ni en toda mi vida pasada…y futura…bueno, si es que mi vida tiene un futuro todavía porque así cómo voy…sniff sniff!!
El ser cabrón tiene sus desventajas: creer que una simple tos no pasará de ser tal y atenerte a que tu sistema inmunológico se va a chingar cómo siempre a cualquier virus ojete que te quiera joder…los años no pasan en balde.
(Ahora mismo ya estoy viendo cómo la “S” pareciera estar bailándole muy cachonda sobre la “h” a quien al parecer se le está parando la verga…).
Mi sentido del equilibrio está seriamente comprometido; mi percepción del espacio-tiempo igualmente está en un serio problema. Cuando camino siento una especie de vértigo que me ha hecho dudar en seguir andando; tal situación y los efectos secundarios de los medicamentos ingeridos me han llegado a apendejar en extremo. Para hacerles entender cómo me siento, nada más vean la cara de pendejo que tiene Esteban Alberto Magaña y comprenderán que tan mal me la estoy pasando porque así de pendejo me he llegado a sentir…
Pobre Esteban Alberto Magaña, que mal pedo el suyo andar por la vida con esa cara de pendejo que tiene…que mal pedo el suyo el tener que pararse de frente a la gente y que esta se tenga que aguantar las ganas de reírse de su cara de pendejo virolo y su mojón que tiene cómo mostacho…
En fin.
Joder, no sé cuánto tiempo me ha llevado escribir estas pocas líneas; ya estoy igual de pendejo que el Falso Prrrrrrrrrofeta a quien un puto post le lleva días y días…y días poder escribirlo….
Mejor aquí lo dejo; quizás mañana con un 0.005% extra me baste para sentirme un poco mejor; mientras tanto les dejo una foto de ése trío de mojones maricas venidos a menos:
El Sr. Gayrrison Mongolo, su Sra. Esclavo Muxe y por supuesto, su títere, el Sr. Costeño.
Me siento mal; Joder.
Es cuanto.
Shalom.
